El Congreso de la Ciudad de México conoció una iniciativa que prevé multas de entre mil 689 y 16 mil 898 pesos a quien arroje chicles en la vía pública, al considerarse un daño ambiental, a la imagen urbana y con altos costos para removerlos.
Según lo expuesto por Teresa Ramos Arreola, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del órgano legislativo, el dinero que se gasta en la remoción de gomas de mascar en los pisos de la CDMX supera el presupuesto para mantener las máquinas dedicadas a esa limpieza.
En la propuesta presentada en tribuna por la diputada local se destaca que tan solo para retirar los desechos de ese tipo en la calle Francisco I. Madero, en el Centro Histórico, se requerirían al menos 375 mil pesos, pues en esa vía “se han llegado a contabilizar hasta 150 mil sellados en el piso.
RIESGO PARA LAS AVES
Indicó que en cerca de 20 por ciento de la superficie de esa parte de la capital hay gomas de mascar adheridas al suelo y en las zonas de más densidad se han contabilizado hasta 75 por metro cuadrado.
La diputada pevemista expuso que de acuerdo con estudios los chicles adheridos al suelo ponen en riesgo la vida de las aves, pues al tratar de ingerirlas -al confundirlas con pan o semillas- se pegan en las patas o en el pico, además de que su consumo puede causar la muerte para las más pequeñas.
La iniciativa que busca reformar la Ley de Residuos Sólidos se turnó para su análisis y dictamen a la Comisión de Preservación de Medio Ambiente, Cambio Climático, Protección Ecológica y Animal.